Guías de México, A.C.

De nuestras memorias. Los Fresnos de Casa Guía.

Hace aproximadamente 15 años vivíamos abandonados en un terreno cercano al Paseo de la Reforma, de esta bella Capital, sin que nadie se apiadara de nosotros, hasta que un día vino Félix, el buen jardinero de la Señora Braniff y nos trasladaron a la “Casa de las Guías”. Se preguntarán ustedes quienes somos… ¿no lo adivinan?… pues nada menos que los 4 fresnos que, desde entonces, vivimos contentos en Guadalquivir 93.

Uno de nosotros fue plantado en la esquina del jardín, para evitar que los vecinos curiosos distrajeran a las niñas; otro, junto a un eucalipto que estaba poniéndose ya feo y que todavía ahora está esperando que lo saquen; al grande le tocó  en suerte sostener la instalación eléctrica y al más pequeño y raquítico, lo plantaron casi en el centro del jardín, pensando con seguridad que no iba a durar mucho… pero oh, sorpresa, precisamente por que le fue concedido ese lugar de honor, el fresnito creció y creció, cobijando y dando sombra a tantas y tantas Guías, participando también en alistamientos, competencias, etcétera, más de cerca que sus hermanos fresnos.

Por eso ahora que nuestra querida Asociación de Guías de México cumple 28 años de vida, queremos recordarles que estamos con ellas, esperando que sigan pasando los años y nosotros podamos ver a las nuevas generaciones de Guías, ya que somos como las Guías de verdad, dispuestos a protegerlas siempre, a brindarles nuestra sombra y nuestro apoyo. Han plantado en el jardín otras muchas plantas pero no han crecido tanto y cuando dan flores, al poco tiempo se marchitan… sólo nosotros seguimos firmes, preparados para ser algo por quienes nos han brindado cariño y cuidado durante todos estos largos años.

(Del álbum de recuerdos de la señora Doña Beatriz C. de Braniff)

M.M.H.

Desde que salió este texto en el número 9 de la Revista Nezaldi en septiembre de 1958, a la fecha actual ya han pasado 62 años, y muchos cambios se realizaron en Guadalquivir No. 93. Entre ellos el más importante fue la construcción del gran edificio que conocemos como “Ticalli” en el año 1967. No sabemos si los grandes árboles que ahora dan sombra en el patio de Ticalli sean los mismos del relato o sean parientes de estos, lo que sí sabemos es que, al igual que aquellos fresnos que trasplantaron de Av. Reforma a Casa Guía, estos árboles siguen dando sombra a todas las Guías que visitan Ticalli y participan como grandes observadores de todas las actividades que ahí se realizan.

Porque la historia de Guías de México, la conforman los seres y las cosas que de una u otra forma han sido parte de todas nuestras actividades y de todas nuestras vivencias.

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